miércoles, 2 de febrero de 2022

Midiendo el desnudo

De los creadores de Vamos a destripar a Chanel, llega Quememos a la Rosalía en la hoguera de la plaza del pueblo.
La cantante Rosalía ha adelantado la imagen de su nuevo álbum, en el que sale posando como la Venus de Boticceli, en pelotas y con un casco de moto como única indumentaria. Los comentarios han ido en la línea de "otra vez la mujer debe vender su cuerpo", "Rosalía sucumbe al patriarcado sexualizando su imagen" etc. Pero también han habido reflexiones del tipo, "¿Esto es feminismo? ¿Denunciar a una mujer por hacer lo que quiera con su cuerpo?".
Lo cierto es que la cantante Rosalía ya había triunfado sin necesidad de usar una imagen sexualizada, lleva un bagaje a sus espaldas, es una artista estrafalaria, exagerada y que defiende su propio estilo; tal vez, ahora que todo depende de ella misma, que ella es quien pone las reglas, ha decidido, mostrarse desnuda. ¿Por qué no es posible que una mujer desee mostrarse sexual?  
Tengo la sensación de que muchos grupos feministas se quedaron estancados en la cuarta ola y que ya cualquier cosa que tenga que ver con mostrar el cuerpo ya lo tachan de ir en contra con el feminismo, cuando la idea en sí del feminismo radical en la igualdad, la libertad. Es más, creo que este sector feminista crítica un desnudo dependiendo del cliché: si una mujer madura tirando a la sesentena, mostrando sus arrugas, o una chica con sobrepeso se exhiben tal y como dios las trajo al mundo, seguramente se les alabaria, se les calificaría de valientes y transgresoras; el hecho de que se desnude una mujer sexualmente deseable, tal y como marcan los actuales cánones de belleza, ya no gusta. De hecho, los desnudos de mujeres exhuberantes son comicicados por otras mujeres, por ejemplo, Celeste Barber (y adoro a Celeste Barber), suele imitar poses desnudas o semidesnudas de mujeres con un físico esculpido, riéndose ella de sí misma, una imagen de mujer real tirando a rellenita, burlándose de las otras pero, al final ella también hace lo mismo aunque de forma cómica... No sé si me explico. 
Siento que hoy en día todos critican todo. Todo está mal. Cristina Pedroche ha sido perseguida por sus vestidos de las campanadas de año nuevo por los mismo hipócritas que están deseando ver qué modelito se pone año tras año.
Rosalía ha pasado de ser una música innovadora a una vulgar en cuestión de segundos. ¿No hay termino medio? ¿No se puede ser una mujer sexual y a su vez libre? 
Igual soy  una ilusa, tal vez mi planteamiento está equivocado. Pero una vez más, pienso que no es justa está vara de.medir.

lunes, 31 de enero de 2022

Pides Teta y te dan Doom Doom

Corren ríos de tinta por este tema. El recuperado Festival de Benidorm , antes de saber quién lo ganaría, ya era nombrado por la poderosa canción de Rigoberta Bandini, todas y todos estaban de acuerdo en que esa canción lo iba a petar si nos representaba en Eurovisión: "sacando un pecho al más puro estilo Delacroix" podíamos llevar a Europa un mensaje como país que sonara fuerte, bien fuerte. El público tenía la oportunidad de decidir en parte, ya que se tenía en cuenta la votación popular.
Pero no. Las redes arden de irá, porque en lugar de ganar la Bandini, se alza con el título de representante eurovisiva Chanel, con una canción que habla de daddys, mamis, problemas monetarys, el bom bom y el dum dum. ¿Por qué? Porque una vez más, los que dirigen le han hecho creer a la plebe que puede cambiar las cosas, que puede tener algo de poder, " os damos capacidad de decisión", que bonito parece todo, pero no. La votación del jurado ha sido determinante para que salga vencedora una canción vacía de contenido. "SloMo" no tiene mensaje, no defiende una idea, no representa a una sociedad, pero los expertos han valorado más una coreografía, una puesta en escena y un ritmo y estilo de canción que puede gustar al resto de Europa, porque los europeos no van a molestarse en traducir o saber qué queremos decir en castellano, se les regala unas onomatopeyas y un baile y arreando. 
Si, visto así indigna, nos hace sentir estafados y de ahí esos arrebatos de irá en internet pero... ¿Qué culpa tiene Chanel? Ella es una artista 360, como diría Paquita Salas, que lleva 20 años luchando para labrarse una carrera como actriz, bailarina y cantante, le han dado una canción y ella la ha defendido lo mejor que ha sabido, y ha ganado contra todo pronóstico. 
Tal vez sea una victoria dudosa pero, ¿Es ella quien pone las reglas? No, como digo, ella canta y defiende lo cantado, como Rigoberta y los demás.
No hay derecho que una chica, en lugar de celebrar su éxito, deba cerrar su cuenta de Twitter. La gente que se siente engañada se está cebando con el blanco equivocado.
Por suerte, estos episodios también traen luz. Rigoberta Bandini ofrece un post para quitarse el sombrero, dándole todo el apoyo a su rival ganadora. Sororidad ante tanta mierda.
Como dice Rigoberta, "Ay, mama" no estaba predestinada a ir a Eurovisión, esa canción no era para eso, su cometido era convertirse en algo mucho más grande: ser el himno de una generación, de las madres que nos sacamos la teta para dar el pecho en el parque aunque nos miren mal, de los hijos e hijas que no saben expresar todo el amor que sienten, de la honestidad, de la belleza, de la humanidad. 
Cantemos nuestro himno tranquilas y felices y dejemos en paz a una chica que no escribió las reglas del juego porque ella, en su estilo, también lo vale.
Y, un consejo, dejemos de alimentar (Eurovisión, BenidormFest ECT) lo que no nos representa mientras siga igual. 

viernes, 28 de enero de 2022

El beso

Puede que esté haya sido el beso (los besos) que más caro le ha salido a una mujer, más caro en cuanto a juicios sociales y problemas con la justicia. Si, ¿Pensabas que un simple y casto beso no daba problemas en el siglo XXI? Depende de en qué parte del globo te encuentres.
La actriz de Bollywood Shilpa Shetty lleva quince años esperando una absolución que por fin ha llegado. 
Hace quince años, ella y el actor Richar Gere fueron invitados a un acto sobre el SIDA en la India natal de Shetty. Durante el acto, Gere le besó la mano a la actriz y después le dió un abrazo y dos besos acompañándolos de un movimiento de tango. Rápidamente surgieron las protestas de grupos radicales hindúes, denunciando esa conducta como provocadora y obscena. Shilpa fue detenida por las autoridades hindúes en un aeropuerto cuando tenía que tomar un vuelo para asistir a un compromiso laboral en Alemania, al parecer fue todo muy desagradable, se la llevaron detenida, ella llorando de impotencia al verse como una delincuente y prisionera en su propia tierra, cuando en realidad es un referente cultural y la imagen de su país... A Richard Gere le retiraron los cargos a las pocas horas pero ella sufrió un largo interrogatorio.
Los cargos de obscenidad y desorden público contra la actriz han permanecido pendientes hasta hace pocos días, cuando un juez de Bombay dictaminó que las denuncias fueron infundadas y que, en realidad, la actriz fue víctima de un aviso de Richard Gere. 
De verdad, que todavía tengamos que soportar estas cosas. Un país que presume de sus colores, su cultura, sus palacios, pero que por el contrario, es retrógrado, acumula pobreza y sigue tratando a la mujer como un ser sin capacidad de decisión y, si la tiene es una obscena. 
Luego, cuando la justicia se da cuenta de que su propia sociedad de trogloditas se ha equivocado y de que se ha dañado la reputación de una de sus actrices más importantes, después de quince años, se soluciona diciendo que su compañero actor era un agresor.
Señores cavernícolas hindúes: aquí no hay víctima ni verdugo, bueno si, los verdugos son ustedes, panda de hipócritas, como todos los fanáticos religiosos; sigo, no creo que Gere tuviera intención de aprovecharse ni que Shetty se sintiera ultrajada o violada, ella no era una víctima ni el un acosador, eran dos compañeros de profesión apoyando una causa y, como ocurre entre colegas, a veces hay complicidad. 
Se creen que con este dictamen de cierra un episodio, pero, lejos de haber limpiado la imagen de esta actriz, lo que se ha hecho acusando a Gere de acosador es seguir dándole la razón a esos fanáticos que no saben lo que es el cariño, que defienden un decoro que probablemente incumplan al cerrar las puertas de sus casas.
No puedo con la hipocresia, no puedo con esta panda de misóginos y reprimidos y no puedo con esos juegos de palabras que hacen creer que se está haciendo justicia cuando, en realidad, se está adornando o escondiendo una terrible decisión. 

 

miércoles, 22 de diciembre de 2021

mi propia lotería

No creo en la suerte, es más, me considero pesimista por naturaleza, pero la contradicción también es mi fuerte, por eso siempre, aunque grito un "No" rotundo, estoy pensando en voz baja un poquito de "Si". 
Sin embargo, hay cosas para las que tenemos la suerte ya echada...
Por muchas vueltas que le dé, siempre abro la caja de los medicamentos por el lado en el que va el prospecto. La botella de butano se queda sin gas cuando estoy a mitad de ducha. Este verano he comprobado que los pocos días que me he decidido ir a la playa, o hacia fuerte aire de levante o la mar tenía más mierda que el palo de un gallinero. Cuandovoy a prepararme el café siempre le queda un culito de leche al tetrabrick. La Tassimo siempre explota o se queda sin agua o le sale la luz de limpiar el filtro cuando más prosa tengo. Nunca hay talla 41 en las zapaterías, al menos de los zapatos que me gustan; lo mismo ocurre con la talla 36 de pantalón y la S de camiseta. Si me desvelo a las cinco de la mañana ya no hay nada que hacer, el sueño no vuelve. Cuando más lo necesito, no hay vino. La naturaleza me ha proporcionado una destreza sorprendente para aprender lenguas muertas, pero en lo referente a las matemáticas necesito la calculadora hasta para dividir cantidades cortas. Si me decido a  tomar el bus llevando a la niña en carro en vez de en manduca: los espacios reservados para carros están ocupados, por lo que toca esperar otro autobús. Tengo una salud de hierro, no me pongo mala por nada del mundo, aunque el día que me abran en canal no quiero saber lo que tendré ahí... Eso de no tener ni un billete en el monedero a la hora de pagar ( pero si deje uno ayer!) y tener que rascar céntimos y que no me llegue, eso me pasa mucho. Cuando era jovencita ni olía el chocolate, ahora no puedo pasar un día sin meter cacao y avellanas en el cuerpo. Accion-reaccion para todo en la vida, a veces las reacciones llegan precipitadas y me invade el sentimiento de culpa. Después de haber subido la dosis de café a tres tazas por día, creo que ha llegado el momento de buscar.
Mi lotería la gano todas las noches leyendo o viendo una serie tranquila, antes de dormir; los momentos esos de la mañana en los que puedo permitirme "un ratito más"; creando en mis libretas, en mi teclado; en los abrazos de mis niños y de mi chico; tomando una buena copa de vino en una terraza, acompañado de algo bueno: jamón, ensaladilla, oreja; perdida durante unos días en mi pueblo...
Todos los años me digo que no compraré lotería de Navidad, la única que compro durante el año, pero siempre termino acumulando décimos y aquí estoy, plantada frente al televisor sabiendo que no me va a tocar un *uto euro. Eso sí, salud que no nos falte.

domingo, 19 de diciembre de 2021

La peor madre del mundo

A veces pongo la TV en piloto automático para que el niño se quede pasmado mirando los hipnotizantes dibujos de Pocoyó, otras veces, cuando me levanto por la mañana, la enciendo con el volumen muy bajito para que ninguna de las dos fieras se despierte y me dejen un ratito de paz. Hay días en los que no me apetece pelearme por la comida y repito menú de pasta/arroz/nugetts/pizza y omito las verduras, para que el niño coma a gusto y tengamos una sobremesa tranquila. Más de una vez me he hecho la sorda cuando el niño o la niña me llaman por la noche: existe la posibilidad de que se cansen y sigamos todos durmiendo, aunque si no es así me levanto... pero solo para no tener quejas de los vecinos en las reuniones de comunidad. Reconozco que continuamente entro en el juego, en el pulso de "a ver quién gana" con mi hijo, solo por empeño de querer llevar la razón. Las frases "o haces eso o te quito el cochecito", "o haces esto o vas a la silla", "o haces esto o a tu habitación" son tan tentadoras. Desde que ha comenzado el curso escolar creo que solamente he accedido dos veces a la web familia del cole, paso del grupo de madres de WhatsApp y me escaqueo de los llamamientos para colaborar con la AMPA. Los trabajitos del cole termino haciéndolos yo. Soy de las que van al parque para dejar al niño jugando y así mirar el móvil sentada en un banco. Suelo alargar mis momentos de ir al baño más de lo necesario, incluso cuando la niña se pone a llorar. He descubierto que abreviar los cuentos vale igual que si contarás la versión larga. Me encanta eso de educar "en positivo" pero recurro fácilmente a la amenaza. Si, engaño al niño de vez en cuando diciéndole que "son ya las diez, a dormir" y ni siquiera son las nueve. Me declaro culpable de utilizar el chantaje emocional, le encuentro gustillo a eso de que el niño se sienta culpable y vaya corriendo a abrazarme y hacerme carantoñas, "¿Estás bien mami?". A veces me imagino cómo sería mi vida si hubiese escogido ser una Carrie Bradshaw en versión cutre. Me da miedo llevar a los niños al médico, hasta el punto de plantearme no llevarlos y consultar con Lucía mi pediatra, cuando están malos y que el médico me diga que nos quedemos una temporadita en casa sin salir. A veces le compro una bolsa de gusanitos para que se "porte bien". Grito y me arrepiento de haber gritado. El niño está empezando a soltar tacos y sé que es porque se me escapan a mí. Hay días en que pienso en cuando salía de fiesta con las amigas y deseo estar en ese momento. En el cole nos piden que no pongamos comida industrial, que la comida casera es lo mejor, pero yo no tengo tiempo de hornear galletas. A veces me saltó el día de ducha o no les limpio las orejas o se me olvida cortarles las uñas hasta que parece que tienen garras de alcón...
Soy la peor madre del mundo.
Pero les quiero tanto...

martes, 14 de diciembre de 2021

Curar el alma

Ayer abrí las noticias del móvil con el titular de la muerte de la gran actriz Verónica Forqué. De esas artistas que siempre tienes en mente, cuyo nombre no olvidas, porque tienen esa particularidad innata, esa "puesta en escena" en la vida, una actitud que parece propia de un personaje de cine hiperbolizada por sus particularidades, sus gestos, su voz... Esas cosas que definen a a las personas y que nos distinguen, que hacen que haya quien nos pase "sense pols ni remolins" en la vida y quien por el contrario, nos sorprenda. 
En este caso, esa voz, angelical, esa forma de actuar de mujer delicada, ingenua, infantil, esa esencia hace que Verónica Forqué no pasara nunca desapercibida.
Yo no soy muy fan de Masterchef, no seguía las últimas apariciones de esta mujer, pero siempre la recordaré como esa madre de Pepa y Pepe, su actuación de viuda luchadora en Tiempos de Azúcar, o la caracterización que hizo de la perrita Dafne en Mira quien habla ahora poniendo su voz, esta última puede que no sea su pelicula más destacable, pero es de esas que me harté a ver en mi infancia y tengo un recuerdo tan bonito.
Y ahora es cuando una piensa: qué la llevó a decir "hasta aquí", se supone que los artistas llevan una vida aderezada, que siempre tienen muchos proyectos y poco tiempo para pensar en si su vida tiene sentido... Pues no es así, eso solo sería una idea preconcebida, ya se ha visto en tantos artistas que la depresión se sufre en silencio y que el suicidio llega de forma inesperada. Pero no nos equivoquemos, el suicidio es como la recta final de un cáncer, solo que el proceso para llegar ahí no siempre se ve. 
Vivimos en una sociedad frívola, más ahora con el mundo del postureo, de los likes, de esa maldita losa de aparentar siempre la mejor cara de uno mismo. No estamos preparados para hablar de depresión y de suicidios y llegar a buen termino... O sí. Tal vez sea más necesario de lo que pensamos hablar de ello.
Hemos pasado un periodo muy duro de pandemia, de confinamientos que han ocultado tras las paredes de las casas las soledades y dolores más atroces, el índice de suicidios ha crecido incluso en las personas más jóvenes. 
Se ha trabajado para buscar la vacuna para los efectos de una enfermedad física. Sin embargo, la enfermedad del alma que agrava a las personas más frágiles y que se desata con detonantes como la soledad, la muerte a nuestro alrededor, la precariedad, la ansiedad, la desazón que acompaña durante toda una vida... y qué sé yo cuantos motivos mas, esa enfermedad, vaya, más que buscarle remedios se intenta esconder, como tantas otras cuestiones que afectan a tantos pero que tan "feas" quedan de cara a la sociedad. Especialmente, a las mujeres con esa sensibilidad que las lleva el plantearse esa cita con la muerte se las llega a etiquetar de estrambóticas, débiles, enfermizas, dependientes, poco cuerdas o se llegan a definir como "muy místicas", raritas, loquitas... Más prejuicios, más estereotipos, más ideas preconcebidas. ¿Por qué resulta tan fácil etiquetar y tan complicado empatizar? 
¿Por qué nos prohibimos ciertos temas? ¿Por qué no intentamos conocer lo desconocido? 
No hay más que ver titulares "ha acabado con su vida", es la forma más sutil de decir lo que ha pasado, la palabra "suicidio" cuesta decirla, como que parece que ofende al muerto; pero tal vez sea cómo el muerto desee que se mencione a su final. 
Pasaportes covid, repuntes, contagios, campañas de vacunación ... Si, todo eso está muy bien, pero no olvidemos esa otra parte del "yo", que necesita una cura mucho más complicada, aunque también más sencilla, según como se mire. Curar el alma, o al menos intentarlo, no olvidar a esas personas que piden ayuda a gritos, aunque en el más profundo silencio. 

jueves, 25 de noviembre de 2021

El latido de las mariposas 🦋

El corazón de las mariposas sigue latiendo, este es el legado de las hermanas Mirabal. Hoy, 25N es día de reivindicar los derechos que se nos niegan, de denunciar podrá todas aquellas que no pudieron y de visibilizar todas esas violencias machistas que antes ni nos planteábamos. Porque como he dicho en redes sociales, violencia no es solamente que te pegue tu marido, que te insulte o ridiculice tu novio, que te viole un desconocido, que te asesine un perturbado... La violencia machista se practica en la política, en las relaciones de poder dentro del ámbito laboral, en la música y su letra, en las drogas tal y como está ocurriendo con la sumisión química, en la obstetricia, en el uso de los hijos como moneda de cambio o violencia vicaría, en los ataques de otros colectivos, el sexo no consentido con la pareja...

La violencia machista comienza con detalles aparentemente insignificantes, como los piropos de los obreros, y termina con un cuerpo desnudo tirado en una cuneta. Así es, no hay más. Suena exagerado, pero precisamente, por creer que ciertas conductas que denunciamos se exageran, seguimos así. 
Patria, Minerva y Teresa. Ellas son las causantes de este día: sufrieron todo tipo de vejaciones por defender sus ideales, creyeron ellos, los de Trujillo, que por ser mujeres de amedrentarian ante el dictador, pero no lo hicieron. Las mataron después de torturarlas, simularon un accidente, pero la verdad no se puede esconder para siempre. Ellas son hoy un símbolo de lucha. Ellas luchaban desde la política.
Hay muchas formas de luchar, yo lucho con la palabra escrita, otras lo hacen con actos revolucionarios. Creo que todas las armas valen si sirven para construir y no para destruir, aunque si hay que destruir, que sea el patriarcado.
Quiero aprovechar para compartir el primer programa del podcast Por las que ya no pueden, creado por @maryconygriega y en el que participamos diferentes mujeres desconocidas entre nosotras pero con mucho en común y mucho que contar. Aquí el enlace: Por las que ya no pueden 1x1